RETO: PONENCIA

El 15 de agosto del 2015, tras un baño refrescante con agua tibia, Fernanda se dirigió a la escuela donde daría una ponencia sobre su tema de investigación para su tesis y nada más y nada menos que en el “VI Coloquio de Investigación Educativa. Investigación como agente transformador en la educación”.

El clima era realmente bueno, una mañana soleada y las instalaciones de la escuela concurridas sin necesidad del exceso. Se prestaba para el pantalón de mezclilla, la blusa verde militar y el saco a tres cuartos de manga negro que vestía. No podían faltar los botines color cocodrilo que ella suele usar cuando expone sobre algún tema en la Universidad.

A las 10:00 de la mañana los participantes de la ponencia se acercaron a la mesa. Mientras Fernanda junto con la profesora Lourdes Torres tomaron su lugar en la fila para ingresar al auditorio Benito Juárez de la Universidad Latina campus sur. El recinto estaba poblado para un día sábado por la mañana.

Fernanda en cada ponencia trataba de controlar los nervios crecientes de su cada vez más cercana participación. Revisaba el teléfono móvil tratando de no perder detalle de su presentación y mientras cada minuto pasaba, más latía su corazón, porque podía llevar ya dos años estudiando y haber controlado su pánico escénico que de niña la aquejaba; pero eso no impedía que cada vez que pasara al frente sintiera esas ganas de vomitar, de salir corriendo o de huir de las exposiciones frente a gente que no conoce.

El primer receso pasó a las 12:20 de la tarde y Fernanda salió corriendo del auditorio en busca de aire fresco que le ayudara a renovar esas ideas que se confundían en su mente. El tema era “Análisis periodístico: 43 estudiantes desaparecidos de la escuela normal rural de Ayotzinapa: Raúl Isidro Burgos.” Un tema reciente que podría generar cuestionamientos, pero ella pensó: ¿y si no tuviera respuesta para las preguntas? ¿Cómo iba a lidiar con investigadores profesionales?

Afortunadamente ella conocía de sobra la escuela y lo que necesitaba en eso momentos de angustia y desesperación era un lugar tranquilo donde pudiera detenerse a pensar que las cosas que hacía eran cada vez mayores a las barreras que se proponía.

Las 12: 35 marcaba su reloj digital que usa a diario en su mano derecha, recordatorio de lo que algún día fue más fuerte que ella pero que logró vencer con el tiempo. Se detuvo a pensar que su futuro dependía únicamente de ella y parte de su destino estaba en esa exposición que no tardaría más de 10 minutos. Inhaló profundo y decidió retomar ese aire de valentía.

Volvió al auditorio a las 12:40 y sentada en la fila décima del ala izquierda del auditorio trabajaba con su discurso; explicaba mentalmente que cada punto lo conocía de sobra y no habría motivo que temer pues su tema le pertenecía de pies a cabeza.

A la 1: 40 de la tarde la coordinadora del evento, la profesora Lourdes Torres la invitó a pasar al frente. Sí, la hora tan temida había llegado y tendría que convencer a la gente de que el tema que había elegido era hecho a su medida y que contaría con el trabajo requerido para desarrollarse sin trabas.

Al pasar al frente sintió esa enorme necesidad de estar de nuevo sentada o de que los 10 minutos terminaran pronto y nadie de los investigadores levantara su mano para cuestionarla.

Al mirar al frente las palabras fluyeron de su boca casi sin que pudiera sentirlas, ante un público que tenía ojos para ella. Sin embargo el discurso que dio convenció a todos, tanto así que al final de su ponencia solos dos personas levantaron la mano; una profesora para decirle que la agenda setting era un tema relevante; y la segunda para cuestionarla sobre su modo de trabajar el tema.

-Análisis de discurso- respondió una Fernanda que pudo sentir sus piernas hasta el momento en que recibió su reconocimiento.

El reloj morado de su muñeca izquierda apuntaba las 2:30 pm, el automóvil blanco de su madre la esperaba cerca de Taxqueña. El día había valido la pena, ya no era sólo una chica de la licenciatura en Ciencias dela Comunicación y Periodismo, ahora era una digna ponente que podía enfrentar los temas que conociera a un público ajeno,

Así finalizó un sábado de retos para la siempre valiente Fernanda.

Imagen: http://elbuenpastorzaragoza.net/sites/elbuenpastorzaragoza.net/files/charlas-sim.png