“100 AÑOS DE TIN TAN, 100 MOMENTOS Y 100 MOTIVOS PARA FESTEJAR”.

Eran alrededor de las 8:30 de la noche, no recuerdo haber tomado el tiempo exacto cuando estaba tan cerca de la Cineteca Nacional. Alguna especie de energía me llamó a entrar, algo como cuando sientes que deberías hacer las cosas no por un impulso sino para cambiar el ritmo monótono de las cosas.

A veces la memoria me falla tanto, que supongo que me enteré del evento en Radio Fórmula. Debí escuchar que el lunes 21 de septiembre del 2015 se inauguraría un homenaje a Germán Genaro Gómez Valdés Castillo “Tin Tan”. No me lo pensé mucho y accedí al evento, creo que ser una estudiante aporta beneficios a mi cartera.

Inmediatamente pasé de entre las personas que ya esperaban, y las cámaras de medios de comunicación, incluidas las de Radio Fórmula. Ingresé a un lugar privilegiado, mi diminuta estatura me hace no ser tan bochornosa para las personas y me da, la mayoría de veces, una buena vista de los eventos, éste no fue la excepción.

La noche, llena de sereno impresionante y sobre todo repleta de emociones; remembranzas, y sentimientos que llevaron a más una experiencia del fallecido comediante mexicano, uno de los más reconocidos junto con el también actor “Cantinflas”.

La prensa enloqueció en la presentación de las fotografías, lobby cards, y los dos videos con ediciones especiales, donde actuó el cómico.

La Cineteca denominó la exposición "Simplemente Tin Tan ¡Ya llegó su pachucote!", no era para menos, las luces de los flashes entre las cámaras deslumbraban a los presentes. La Cineteca que tiene un halo inmenso, donde la cultura se apodera de todas los conocimientos. Ese lugar por el que caminaban los presentes y se sentía a flor de piel la alegría, la fiesta; de pronto era como si “Tin Tan” estuviera cerca. Esa sensación de diversión, de volver a la vida, de reír, de disfrutar, de festejar que hace un centenar de años nació este mexicano, que tantas sonrisas ha provocado con sus películas; con sus personajes; con esa manera tan propia de cantar, de bailar, de desenvolverse en el escenario. Con esa alegría de vivir que a veces surge de las entrañas de un país que a últimas ocasiones ha caído en tristeza y desolación. Pero esa noche era tan distinto todo, era tan única la experiencia… simplemente tan pintoresca.

Mientras caminaba contemplando una imagen de “Tin Tan” en blanco y negro, que miraba a algún lugar frente a él, con su sombrero puesto y una pluma que sobresalía por un costado; recordé esa sensación de vida que se tiene. Como nos podemos sentir a veces mal y la capacidad que tiene un personaje de hacerte sonreír, porque en realidad es más difícil sonreír que llorar. Debería considerarse un acto heroico, entonces es cuando entendí que no se trata de vivir a medias con una media sonrisa; se trata de ver la vida como él la veía, siendo feliz, haciendo lo que amaba y haciendo que la gente lo amara.

Era casi imposible poder avanzar de esa imagen y era tan impresionante que un simple acto o gesto puede cambiar el ritmo monótono de la existencia, de la concepción de la rutina.

Era noche y el frío se sentía a flor de piel. El desfile de personajes del medio artístico no se hizo esperar demasiado, César Bono y Rosalía Valdés fueron de las figuras que no pudieron esperar tanto para ver el resultado de la exposición que reunían tantas fotografías con gestos de “Tin Tan”.

Era tan maravilloso entender como la actitud de una persona hacia la vida podía reflejar tantos seguidores y matices. Como a pesar de la muerte cuando alguien deja su vida en lo apasionante del cine o de alguna representación masiva; detrás de su vida hay un legado, que se convierte en algo que festejar y digno de recordar.

No pasó mucho tiempo para recorrer la sala tres de la Cineteca con el título “Remaigado Tin Tan” donde se exhiben los trabajos finales del concurso del cartel en honor al comediante. Los colores que representaban la alegría, el entusiasmo, la paz y la naturalidad que el actor tenía, por cierto era inmensa. Me sorprendí tanto de poder encontrar una forma tan alusiva de referirse a una persona.

Las cámaras comenzaron a hacer preguntas a los invitados y por un momento hubiera deseado que me dejaran contemplar un poco más las fotografías de la felicidad y que me dejaran tomar una fotografía digna.

Al parecer era más importante recoger imágenes que apreciarlas. Entonces tuve que desistir de una buena fotografía y tuve que capturar algunas mentales, la alusión de la sonrisa. Todo para que no se me olvide sonreír algún día., para encontrar una buena manera de sobrevivir a los problemas.

Así salí corriendo de la Cineteca, evadiendo cables y flashes; agachándome ante las entrevistas de los medios y dejando atrás el recinto de la cultura pero llevándome un pedazo de la exposición. Un pedazo que ojalá pudiera dar alegría y vida.

FOTOGRAFÍA: http://www.garuyo.com/sites/default/files/tin-tan-homenaje-peliculas-4.jpg